A telas de araña
fui a caer,
a susurros en letras escondidos,
a cantos a distancia, llenos de temor...
cuan palomas mensajeras, esencias por correspondencia,
el idioma de los desconocidos, el tiempo y el devenir.
a susurros en letras escondidos,
a cantos a distancia, llenos de temor...
cuan palomas mensajeras, esencias por correspondencia,
el idioma de los desconocidos, el tiempo y el devenir.
Me dejas sin
respirar, me dejas la oscuridad,
muerte en cada
inhalar, borrar memorias,
cuan fuelle que alimenta el fuego,
la gaviota propia alza el vuelo,
y al exhalar, la muerte, el fuego, tu.
cuan fuelle que alimenta el fuego,
la gaviota propia alza el vuelo,
y al exhalar, la muerte, el fuego, tu.
Tú, tus ojos,
tus pupilas,
que alimentan mi
ego, y destruyen mis metas,
que quiebran mis
piernas y me dejan a la orilla,
la niebla lo
cubre todo, el fuego se extingue,
la muerte nos
acecha y mi gaviota no regresa.
Y quedo colgando
en tus palabras, temiendo caer más profundo,
ya nada me separa de la puerta,
tus pupilas hablan fuerte, y detrás, la desnudez,
que llama al caos... arde en mí el aroma de tus versos.
ya nada me separa de la puerta,
tus pupilas hablan fuerte, y detrás, la desnudez,
que llama al caos... arde en mí el aroma de tus versos.
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