jueves, 30 de enero de 2014

Hematolagnia - Abeja

   Salud.
   Mi copa llena de Sangre está.
   Por mis finos labios se escurre, cae. Me excita, me vuelve demente.
   Aquella sensación de Vida y de Muerte.

   Me llaman Conde, y he matado a millones.
   No soy más que un Simple lugareño que goza del Asesinato.
   ¿Tortura? Sí, si vuestros ojos delatan crimen, calvario será tu Destino.

   Bebo de la copa,
   Mis colmillos se tiñen del rojo pasional,
   Serás mi Víctima.

   Ven, Hermosa,
   Ven a jugar.
   ¿Tienes Miedo?

   Ven, será Rápido, Doloroso, Pasional.
   Para tenerte toda la Eternidad.
   ¿Huirás?

Bajo tu cuerpo - Muflón

Has corrido hacia mí,
después de todo soy tu alimento,
llenos así en el firmamento,
nos fuimos amarrados los dos.
La sangre escurría por las sábanas,
por tus dientes, por tus garras,
mis brazos amoratados,
mi cuerpo entero mutilado.
¿Pero esto no es placer,
algo sanguinolento y mortuorio?
Estar así a tu merced,
es mi sueño idóneo.

Someter y ser sometido,
ser un siervo más del rebaño de Dios,
pero alimentando a un Demonio,
a sus colmillos de Titanio.
Atrápame en este Caos.
Llévame a los Infiernos,
Soy tu presa y tu lujuria,
trátame con injuria,
trátame mal, con violencia,
no tengas misericordia,
¡DESATA TU DISCORDIA!

En este momento deseo morir,
en este mundo ya no quiero vivir,
con mil latigazos desata tu pasión,
con tres cruces canta una canción,
clávame, rompe, azota y mata mi cuerpo,
con desprecio mírame, no merezco menos,
pero hazme tuyo, que así lo quiero.

Cázame otra vez,
y otra vez,
y otra vez,
y mátame de nuevo,
hazlo pronto,
hazlo. 

Cultivar - Perro

Manos, jueves, flores, retos,
y el mundo sigue y sigue,
ojos, tomates y frías luces,
Y tu mirada destruye mi mundo.

Los colores se retuercen en el alba,
los sabores y tu olor,
las manos se cierran y se niegan,
es hoy o mañana?

La vida enjuaga mis recuerdos,
blanco cerebro de flores marchitas,
tanta confusión me lleva a pelear por nada,
y el mundo sigue y sigue.

El brote dorado no llegará lejos,
tu mirabas los surcos de la tierra,
les crié con cariño, recuerdas?
La noche llega y los postes no encienden.

El amanecer aún está lejano,
respira, muerde y anhela el ojo,
llega el sol, blanco como el papel,

marcado con tus labios de tinta negra.

El café y su memoria - Araña

Las olas besaban tus pies,
cuando el invierno nos golpeó
(Nos golpeó acaso como tus ojos a ella?),
ese invierno seco y frío,
pero familiar.

Las rocas te esperaban,
y de nuevo la espuma,
el óxido, la arena y mis manos,
el frío reptante de nuestro pacto.

Las olas besaban tus pies,
el miedo nos arqueaba las verdades,
tus ojos brillaban, no tan lejos,
tu pelo flotaba por el lugar, llenaba los vacíos,
es acaso un sueño la vida?
(es acaso un sueño ella?)
la muerte que responde y no volví a verte.

25 años hacia el fondo,
el muelle se enferma sin tu voz
y mi gaviota no alza el vuelo,

arden bajo el mar mis días de amor.

El olor de las letras - Perro

En los días de caos,
en el comienzo de todos los finales,
Según una antigua leyenda irreal,
Dios quiso, mundo y ella.
Corona revela, hermosa criatura.
El caos creó a esa mujer!
Los jardines lucen cadáveres
Palmeras verdes, tal vez, no sucedió,
Su rostro, amaneceres color de rosa tierno,
Una boca orgullosa parecía escarlata rosa...
Vivió sin dolor, sin preocupaciones.
Entre las flores, el mundo y el vino,
Ella no sabía que el mismo Caos moría
Al verla de manera persistente y severa.
Ella pedía al caos tormento,
el aceptaba el lúgubre pacto,
el tiempo llenaría los espacios,
y la luna contemplaría el jardín ya marchito
sus ojos
espirales fecundos, muerte, ira y lujuria
el pacto incompleto estaría, su alma perenne se vuelve
el caos se torna débil

su belleza construye el mundo.

Porcelaine, mon amour - Gato


Mi princesa no estaba feliz,
siendo de aquellas que todos adoran.
Paso tras otro me arrastró hasta aquí,
su ternura se llevó mis horas.
Quieta como la brisa en la mañana
o el amor en bruto,
me enamoré de la vida en la ventana
en un minuto.
Y cada tarde me valía el olvido
hasta que el último de mis ahorros
me valió el esfuerzo y le lleve conmigo,
pues mi alma sentía que me pedía socorro.

Le abracé la vida, muy fuerte;
en brazos por las calles de París
bailamos hasta la calma, y la gente
miraba atónita y blasfemaba frente a mí.
Pero no nos importaba en absoluto;
no me hablaba, pero se aferraba a mis heridas.
“¡No vendo jamás, ni permuto
el placer de un vals junto a mi amada perdida!”.
Le recité los versos más bellos de Géraldy;
en la calle Vaugirard cogí una flor de lirium.
Reímos hasta que un policía, tan fácil,
de un golpe en la nuca terminó con mi delirio.

Ahora escribo bajo estas paredes mudas.
Sufro su adiós sin escuchar un “vete”,
A camisa de fuerza y entre gente testaruda
recibo visitas de seis a siete.

No era como esas mujeres de colores
que sin motivos soltaron mi brazo,
de esos amores que aparentan ser amores
y me arrancaron la ilusión de cuajo.
¿Quién juzga a un hombre por estas pasiones
a una pequeña muñeca de porcelana
y no a quien se besa en las estaciones,
y en tres meses lo hará con otra “amada”?

…y aquí sentado en un rincón,
con esperanzas de que alguien me visite mañana,
rememoro y busco llenar “algo” en mi corazón,
en un espacio que no lleno con nada… con nada.

Oda a Pequita - Burro

Con sus manitas de pequita
y su acento sureño,
vista firme al cielo
onda su pelo de hermosita.
De ceño siempre fruncido
y agravando toda cosa,
nadie ha escrito alguna prosa
sobre sus sueños dormidos:
sueños de princesa
esperando un noble caballero.
¿Quién será el primero
en besar sus labios de fresa?
Y abrazar su cuerpecito
tan frágil que parece
y fácil de rodear dos veces
con los brazos, su humanidad de angelito.
Ella: la que ve la realidad,
los mejores comentarios;
esos que llegan al punto exacto
de la absoluta verdad.
Conocedora del espacio y del tiempo,
de las bromas más ácidas,
tiene una opinión sarcástica
y a la vez temperamento.
La risa más diminuta
y simpática a la vez
la sonrisa más cálida que ves
de una belleza absoluta.
Así es ella y manda ahorita,
dueña del sentimiento innato
de la cabeza a los zapatos:


la reina de las ratoncitas.

miércoles, 29 de enero de 2014

Árbol verde - Perro

Bajo estos brazos descansamos,
es nuestra casa, la tuya, si quieres.
Bajo estos brazos alzados,
nuestras voces nacen, como gritos llenos de ira, amor y peste.
Bajo estos, si, estos brazos,
nacen como la hierba nuestras ideas,
y crecen, y brotan, y floran.

Corteza, negación, alegorías.

Y mi gaviota llega a ti.

Bajo estas manos la sombra nos mantiene,
sobre ellas el mundo se degrada.


Corteza, vida y caos.

Arenas - Araña

Volvieras a ver esta cara, deshecha,
añejada y oxidada,
tus ojos vieran de nuevo estas pupilas,
cegadas, blanqueadas por la sal.

Supieras cómo fui, y como estuve,
anhelaras quizás, oír nuevamente mis gritos,
tus manos tomaran otra vez mi pelo,
que ahora es como las hojas de otoño.

Besaras una última vez mis labios quebrados,
la sal, mujer, la sal...

Recorrieras, acaso, los caminos sin vuelta,
miraras, sin ánimos, los parajes muertos,
los cuervos, las gaviotas y tus rejas.
Quebraras sin fin los vitrales de nuestra catedral,
bebieras sin sed, ahogándote en mi ira,

te hundieras por fin, en el mar de mi memoria.

030366 - Ratón


si has meditado
si has bebido del licor de los astros
entenderás hermano que no somos más que hiedra sobre hiedra
entenderás que cada pastelón de nuestra espalda
no es más que un cúmulo de interjecciones
en el cual todos solemos perdernos en algún momento
el peso
ese pesado aparataje que llaman cuerpo
es una mixtura infinita de los malignos vientres astrales que han parido quien sabe cuanta cosa
esa juntura, ablución de noches de hielo, sábana prístina de niña virgen, no es más que la montura sobre la cual la vida nos cabalga
pero no llega lejos, no
cada vez nos ensillan como experimentando
¿alguna vez has meditado?
yo solía hacerlo, en esos momentos encontraba de sobrecargo un alma
o tal vez una conjunción de navajas de afeitar
que nunca me atreví a deslizar sobre mis muñecas
por cobarde
(o mil veces más por valiente, a saber a estas alturas)
el punto es
que en medio de esas vías, lácteas todas y gustosas a hacer de tu espalda una galleta para untar en su seno, está lo que debes seguir
pero lo sabrás una vez que la espalda te deje
como la caparazón de la tortuga
como la tecla windows de un teclado
o como el amén que dan los viejos moribundos ante las manos del cura
sea como fuere, alguna vez supe lo que fue estar en sintonía con el astral puente que une tu cuerpo con la inmortalidad.

Sinestesias de una tarde agitada – Camaleón


Ruido, voces, calma, verde. Camino saltando las rayas de la acera. Choque. Luz blanca en los ojos, calor instantáneo que se cuela por entre las pestañas.
Viento que hace volar mis extremidades, concentro mi visión en un punto fijo. De soslayo la gente. Detención, respiro. Animales en línea recta. Animales rumiando.
Agua. Caen gotas en mi cabeza.  ¿Es invierno?  Nadie contesta. El eco silente rebota en mis pies. Purpúreo el susurro, largo el suspiro, la vibración titila en mi cabeza. La luz es eterna, la luz me llama. (No es flama, pero enciende mi pecho lánguido, no es flama, pero encarna desborde, lujuria, hambre de carne, de labios, de piel y sangre).
La multitud avanza. Llanto, caricias. Un trozo de papel vuela a merced del viento. Las cabezas no se giran a mirar. Yo lo hago, observo. Observo en crisis aquella luz, ¿Pánico quizás?
El techo tapa mi cuerpo. Anhelo tu cuerpo.
Sombras bajo mi andar pululan disparejas, deformes, desgarradas. Amarillos constantes se desenvuelven como miel en el asfalto. Piedras grisáceas, gravilla, lodo, humedad en las botas gastadas.
Latir de un corazón, pulmones, hígado, laringe. La tos sin rostro y esa luz que sigue en lo alto, más allá de mi alcance. No importa nada, la quiero tener,  la quiero hacer mía. Quiero fundir su blanco en mi blanco, polvo en el polvo. Quiero sus labios en los míos, poseer su carne con mis palmas, con mis uñas, con cada extensión corpórea de mi ser.
Una explosión, un rugido desde lo más hondo de las cuerdas vocales, un grito que se expande en el vaho cálido. Un grito sin eco. Un grito hecho de puro dolor y sorpresa. Un grito que en la nada de la urbe significa un todo en mi propósito. Un mísero, pero enardecedor grito.
Placer instantáneo.
(…)
La lluvia continúa cayendo. Profusa la sangre en el suelo, la multitud se detiene. Yace la musa inerte en el suelo. Los sueños ignorados, la brisa húmeda y el perpetuo olor a café tiñen la escena. Se funden las voces en el barro de Santiago. Yo sigo caminando, mis botas destilando su sangre, esa sangre llena de invierno, llena de deseo…  su propia sangre hecha luz al fin.
El sonido en aumento. La distancia restante es mínima, sin embargo la luz, aquella luz, esa luz no permite que me aleje.
El ascensor del edificio repica a lo lejos. La mano que acusa, los gritos desde la calle. Grave la acústica. Me pierdo en las sombras. La escena se torna gris:
Gris en los muros, gris mis manos asesinas, gris el instinto animal, gris las huellas en la alfombra, gris el sonido de mis dientes apretados por el descontrol, gris el presentimiento de que todo acabará.

La luz se acerca, siento su calor, el dolor, la ambivalencia, el goce. Bombea lasciva. Velocidad en aumento. Las pupilas dilatadas, la luz solo hace que mi cuerpo se desespere y frustre. La desgarrada sonata de mi vida, la punzada en el vientre, la sangre que cae por la tela arrugada de mi pantalón. Es entonces que palpo el grito: mi grito.

Odio - Lince


Maldito, maldito sentimiento
Te siento dentro mío como un
órgano de mi mismo cuerpo
sal, vete,
me destruyes, me duele.
Pero, ¡NO, NO TE VAYAS!
Ayúdame, ayúdame a matarle
ayúdame a destruirle,
a destrozarle,
a hacer que sienta lo que
sentí yo.
Pero que estupidez digo...
antihumano, antimoral es
matar.
Vete odio, no quiero vivir
contigo vete antes de que te necesite
para secarme las lágrimas de
rabia.
Odio hermoso, te amo.
Ven e inyéctate en mis ojos
rojos de trasnoche y cigarros
ven para aspirarte de nuevo,
para llenarme de coraje
para superarme... para
liberarme...
¡¡¡VETE!!!! ¡HASTA CUÁNDO
 DEBO SOPORTARTE!
¡ENTIENDE, MALDITO ODIO
QUE TE ODIO!
Pero el odio que te tengo me hace amarte.
te necesito...
Qué se puede hacer cuando
el odio en inminente y trae
más odio consigo mismo.
Qué puedo hacer cuando la
sed de sangre y destrucción
corroe mi alma
mi ser, hasta mi identidad.
¿Qué hacer?
Me han recomendado matar,
pero va contra mis ideales.
No. Ya sé que haré:


Me tomaré un café con tu sal y masticaré tus residuos...

Hïl_arg - Ratón


Hilario mantenía la comisura junta
mientras que Hilary le ronroneaba en la pantorrilla,
hilarante resultaba verlos comer
los hilos de alfalfa, la nuez,
junto con el hilván de sus pensamientos.

Hilado estaba su cuerpo a la cama,
asaltados por la hilanza de su correría,
los mecía el escorbuto, unidos por el hilomorfismo 
hilachoso que los sostenía
e, incluso, los retenía hilvanados.

Hilario nuca se hacia cargo,
no es que Hilary le hubiera pedido algo en realidad,
pero hilaturas de necesidad se colaban
por el hilar de su rostro
dejando su rictus como hilachas.

Un día, sin hilo de continuidad,
se vio un perro renqueante des_hilando
las nervaduras hilvanadas de cierta gata,
sangrando en hileras

los mismos bríos bermellón del hocico de Hilario

Globo de gas- Gato

Con el rubor de sus pómulos violáceos
corre el niño por la placita;
pintando de sonrisas un espacio,
orgulloso menea la cabecita.
Va de lado a lado
con la esperanza de la temprana primavera,
como poeta enamorado,
compás al viento contenido en una esfera:
globo de aire de añoranza y humildes sueños,
como los días que recordará mañana
en la hoguera; junto a sus nietos pequeños,
con una sonrisa de madrugada.

Solo él y su mundo de colores,
de veinte centavos,
para una tarde cotizada en millones,
que otros niños han cambiado por helados.

De pronto, el monóculo de gas
se zafa de sus pequeñas manitas,
para volar y no verlo más,
o hasta que otros veinte lo permitan.
Vuelve a sus pasos, no triste; más bien, emocionado.
Aún siendo humilde a vistas de terceros,
el día de hoy lo más valioso ha atesorado:
un sueño imperecedero.

Fauces - Lince


Te miro entre los matorrales
la nieve no quema mi cuerpo
Nuestro pelaje nos hace inmortales
Cazarte, es sólo cuestión de tiempo.
Me posiciono acechadora
y puedo observarte por horas
horas que llevan hasta la oscuridad.
Cazadora nocturna soy.
Destrozo todo donde voy
no tengo piedad con mi víctima
y quiero cerrar mis fauces en tu cuello armónico
Para acabar con tu existencia tácita.
Tu carne desgarrar con mis colmillos deseo
tu sangre chorreando por mi hocico quiero
Beberme tu vida debo
Pero planearé tu muerte primero.
Me lanzaré cuando te vea indefenso
Cuando tus ojos comiencen a cerrarse con el sueño
Y clavaré mis garras en tu cuerpo
y desgarraré de apoco tu cuello.
Miraré con mis ojos criminales los tuyos
mientras la luz de la vida comienza a desaparecer
La noche tapará mis placeres sensuales
Y entre ellos vas a perecer.
Te miraré morir un rato
mientras reflejas el deseo de piedad
No lo pidas, no te la daré
El azar te puso en mi destino.
Es hora de seguir mi camino
Tus restos he dejado en el piso
Lince soy, solitaria correré
Y luego volveré.
Volveré para observarte
Volveré para cazarte
Volveré para comerte
Volveré para matarte.

Lo04d¡ng - Ratón


Y la barra completamente ajena se llena,
sin ocuparse de mi o de la ilusión que me hace,
solo avanza quien sabe por que caprichos internos
variando de un gris
a un verde fulgurante de esperanza.

Solo eso, en un compilado de percentiles
reza sobre unos cuantos bytes faltantes,
hospitalaria como una brizna de esperanza
en la liturgia de la palabra,
ofreciendo el virtual mana prometido.

No se que carajo.dll
no me interesa cual.gpf,
únicamente asciende cada vez más lento,
ora por despiadada,
ora quien sabe por seducirme.

El peor numero es el 99
seguido por la agonía del repatching
producido seguro de la labia de los infiernos,
si no crashea o buguea
todo habrá sido en pos de la felicidad.

Ahora, ¿Cuántas barras te ha dejado llenando ella en la vida?

Vacío - Lince

Si ves dentro mío encontrarás el vacío 
no hay órganos ni venas 
ni arterias ni nervios 
ni huesos ni sentidos 
no hay nada, solo queda el vacío.

¿Qué esperas entonces que sienta? 
Solo queda un cerebro que piensa 
solo eso y nada más 
una máquina que trabaja sin parar

¿Cómo esperas que te comprenda? 
Si no tengo ojos para ver ni oídos para oír 
No tengo ni alma ni espíritu 
Soy un ser vacío

¿Qué tengo yo que vuelves a mi puerta 
cada vez que te exilio? 
No tengo mentón para sostener el violín 
ni piano que pueda tocar con la piel de mis dedos.

¿Qué buscas amado? 
No hay expectativa ni meta 
no hay risas de niña ni lágrimas 
no hay nada de nada 
no queda ni una pizca de sangre para beber.

¿Dónde me encontraste vacía y sin rumbo? 
Soy un bulto parlante, una estrella detrás del monte 
una guitarra sin cuerdas 
un cuaderno sin hojas 
un lápiz sin tinta 
no sirvo ni valgo

¿Por qué sigues ahí parado sin decir palabra? 
¿No te bastó con que te entregara mis sentidos, 
mis venas, mi sangre, mi oído, mis ojos, 
mis huesos, mis labios, mi lengua, 
mi corazón, mi cintura, mis piernas, mis dedos, mis pulmones?

No, quieres mis pensamientos 
y hasta la última gota de razonamiento 
llévatelo, querido 
Pero no pienses que por eso me tendrás 
completamente para ti 
pasaré a ser parte de tu cuerpo 
repararás tus daños con mi interior 
pero luego serás solo tú, 
Solo, frío, y en ese momento sabrás que es el vacío.

martes, 28 de enero de 2014

Presa - Muflón

Aquí soy presa fácil. En campo abierto estoy esperándote. Y deseo morir en tus garras. En el Coto de Doñana estoy calmado para presenciar mi desmembramiento, el correr de mi sangre.
Ven lenta, con tus ojos brillantes. Ven sigilosa y vigílame entre los arbustos, con tu sonrisa malévola y tus garras asesinas.
Siento con mi debilidad, el deseo que tienes del crimen lujurioso. Tu hambre quieres saciar. Desátate, mi cuerpo es y será lo que quieres. Desata lo salvaje.
Lo exótico...
Lo demoníaco...
Lo arcano...

¡Y DESMEMBRA MI CUERPO ENTERO EN TU LUJURIA, DESEO!
Clava tus garras felinas, haz sangrar mi cuello. Rompe mi clavícula con fino movimiento.
Pero antes bésame...
Pero antes mírame...
Pero después cuídame...

Para que puedas seguir asesinándome.

Supernova - Lince & Koi


Lo profundo de los ojos se compara a una supernova;
Puede morir pero nunca

olvidarse, queda allí, varada

en el tiempo



su explosión,

marca pura de la muerte,

divina e imponente resolución,

puñal frío ante la esperanza y espectáculo para niños.

déjame sellar tu estrella

y morir juntos en el caótico color explosivo



hundirnos en la nada, crear el vacío,

destruir el todo y llenarlo de color,

déjame ser el punto en donde tu vida se quiebre

y los niños se maravillen de tu muerte.

Donde comienza el día - Perro


Acaso has mirado el haz de luz,

que deja escapar aquel fondo oscuro,

después del aguacero que se escapa,

entre las arterias suburbanas?

Puedes tu percibir el dolor del monte,

que se cubre sobre estas laderas vacías?

Puedes ver detrás de tu ventana,

mas allá de las cornisas, de las tiendas

y los dinteles,

percibir el olor de la tierra desnuda,

ante la aurora?

Puedes ver el mundo donde comienza el día?

Ahora,

mas allá de las vitrinas,

del pértigo de luces y las turbinas;

tus mentiras,

adornadas de promesas,

está el bosque,

que gime en silencio la amenaza de los espinos...

Puedes tu percibir el dolor del monte,

que se cubre sobre estas laderas vacías?

Puedes ver ahora,

donde resisten nuestros sueños,

y la vida se recoge entre los arreboles?

Sentencia - Mamba Negra


Crees que no te miro?
Crees que no sueño con morder tu cuello?
Quebrantar tu voluntad y destrozar tu mente?
Aquí voy, hacia ti
en la penumbra del mundo, habito, respiro y planeo mi ataque.
Espérame, no te fallaré, serás tan mía como lo es este odio.
Aguanta, respira hondo, dolerá, dolerá dolerá y nunca acabará.
Bienvenida a mi festín. Eres el plato principal.

Primer quiebre - Perro


Ruptura, caída,
manos frías, ojos tibios en la mesa,
papeles abiertos, lápices ya cerrados,
anzuelos para peces imaginarios,
y el fuego, el cadáver y la Quimera,
guárdese bajo siete llaves y tráguese la última de ellas.

Es un rito doloroso, pero necesario.

Ciel vert - Gato

Aquí me tiene el jirón de tu cabello,
transformando el umbral de mis recuerdos;
surge la imagen mía, de pequeño
contemplando tus ojos, entre verdes y serenos.
Y celeste, como manantial de ensueño
el último de tus vestidos;
el rubor de tus mejillas yo le enseño
a mi corazón, hasta quedar dormido.

Sutileza que eleva al infinito el alma,
al iris de los míos básicos,
llenándolos de vida , de nostalgia
y de hechizos mágicos.
Única que ilumina mi camino;
en la oscuridad, par de luceros diminutos.
De vivir así, siempre contigo
no me haría falta nada, en absoluto:

Quién vive sublime
entre tu abrazo y tu regazo,
sin saber donde tú vives
llego a ti; el mundo se viene abajo.

La razón, que nada comprende
busca alcanzar tus pétalos de miel;
nada de frente a la corriente,
solo por el dulce aroma de tu piel.

Llévame, aunque sea en forma de papel,
porque jamás seguiré tus pasos;
y si te fueras pronto, llévate también…
mi alma a pedazos.

Naufragio - Araña

Costas vacías, luces y adornos de otros tiempos,
el óxido abraza los muelles,
tu mirada se pierde en la espuma.
25 años tras el espejo, el que sostiene las naves,
atiborradas de vida y muerte,
el espejo ondulante, perenne y frío.
El espejo sin reflejo, donde solo la gaviota puede entrar.

En él, solo diviso temor, en él solo quedan
las ondas brutales, que quiebran las esperanzas,
donde lloran los fuertes y crecen los miedos,
columnas rotas, rocas filosas, muerte y tormenta,

costas vacías, luces y cadáveres y cangrejos y anclas a la nada.

Eres colibrí - Zorro

Como cada domingo acá estoy, sentada en una vieja banca del
pequeño parque contenido en un universo herbazal. La manzana en mi mano aloja un par de mordidas diligentes, sabrosa como nunca, la saboreo pensando en que sus besos son de un dulce semejante. Y apareces, una, dos y tres veces . Vuelas efímero frente a mi mirada mientras coquetas con los pétalos entre abiertos de una fucsia que se presenta ante ti desnuda y presurosa por merecerte. Acogedor reduces la distancia, entonces ella sabe que esta lista. 


Tu alma se desprende y vuelva para componer una nueva vida en donde te llenas de un dulce parecido al que saboreo, así nuestro placer se vuelve palpable, inimitable y singular. Eres un pequeño duende de colores traslucidos. Puedo transportarme a una tierra de hadas tan solo con observarte y no quiero estar sola. Entonces, busco en mi bolsillo la tecnología que odias y cuando el flash apremia por salir te escondes, una, dos y tres veces, dejándome como una demente al querer atrapar tu esencia en una foto. Impávida termino mi manzana al momento en que alzas el vuelo hacia otra conquista. Tal vez vuelva el próximo domingo, con una roja y acaramelada manzana, a disfrutarte y a que disfrutes.

El hombre con sombrero – Lince


Soy terrible, soy el miedo
Soy quien te quita el sueño
Escribe sobre mí, vamos, hazlo
No seré para nadie un nuevo hallazgo.

Nací entre las sombras,
Sucumbí en ellas.
Mi madre fue el infierno
y el horror mis estrellas.

Cada noche que sueñes conmigo
Sabrás que te estoy persiguiendo
No me pidas piedad, no lo intentes
No sigas insistiendo.

Mira a mi rostro y sólo verás el mal
El hombre con el sombrero te aterrará
Marcaré tu infancia para siempre
y tu adultez castigaré.

Y en el futuro te buscaré
Para comprobar tu fortaleza
Sigues siendo débil, el mismo retoño
A quien espantaré con fiereza.

Basta que a tus ocho años me ponga al lado izquierdo de tu cama
Y te mire fijamente por toda la noche
La histeria será tu dueña
Y te acompañará sin reproches.

Ahora te dejo, volveré más tarde.
Debo cazar otra inocencia
Llenarla de terror

Y acosarla con insistencia.

Sacrificio - Abeja


Embellecida te veías bajo el platino destello de mi arma: un cuchillo tan hermoso como la idea misma del crimen. Bella con tus ojos brillosos, llenas de lágrimas de temor.
-¿Por qué has llegado a esto?
-Por la misma razón que te tuve.
   Petulante di unos pasos por la habitación, grande, lo supe de inmediato debido al Eco de mis fuertes pisadas. Tomé tu cuello pero no agresivamente, la ternura se apoderó de mis dedos.

   ¡Mátala ya!

   De la misma manera que tu sensual asesinato, la marca inevitable del descontrol, falló en su propósito.
-¿Deseas cambiar ahora tu destino? Ya cambiaste toda realidad, y mi ceguera quiere matarte.

   Creíste firmemente que en tu hechizo caería. Clavé el arma en el Cuerpo mientras besaba vuestros labios y apasionadamente el placer fantaseoso hizo que el dolor desapareciera.
   Tal como aquella vez la realidad cambió.
   Y la cambiaría las veces que fuese posible.

   Retiré el cuchillo de mi sangrante pecho y me desplomé. Moría, pero mis ojos recuperaban su Luz.
-Nunca había visto tu rostro como ahora, puedo ver tu dolor, puedo ver lo Hermosa que eres. ¿Vas a dejarme morir?
   En tanto tomaste mi mano, sentía que el dulce veneno corría por mis venas: iba a vivir.

-Moriré contigo.

Paisaje Familiar - Araña


La cabeza flotaba en la orilla y nosotros ya no somos los mismos,
éramos quienes armaban la vida, quienes amaban la vida,
la cabeza flotaba en la orilla, y tus cadenas ya se oxidan,
de nuevo la espuma nos cubre los pies.

Tu mano cubría la mía y nosotros ya no somos,
fuimos, alguna vez, quizás,
tu mano cubría la mía, y tus cabellos grises ribetes toman,
de nuevo la espuma te cubre los pies.

Sus ojos siguen abiertos y no hay un nosotros,

no recuerdo quién eres, existes?
Sus ojos siguen abiertos, y tu recuerdo al fin se oxida,
la espuma roja cubre tus pies.

Mientras la cabeza aún flota en la orilla.

Anzuelo - Perro


A telas de araña fui a caer,
a susurros en letras escondidos,
a cantos a distancia, llenos de temor...
cuan palomas mensajeras, esencias por correspondencia,
el idioma de los desconocidos, el tiempo y el devenir.

Me dejas sin respirar, me dejas la oscuridad,
muerte en cada inhalar, borrar memorias,
cuan fuelle que alimenta el fuego,
la gaviota propia alza el vuelo,
y al exhalar, la muerte, el fuego, tu.

Tú, tus ojos, tus pupilas,
que alimentan mi ego, y destruyen mis metas,
que quiebran mis piernas y me dejan a la orilla,
la niebla lo cubre todo, el fuego se extingue,
la muerte nos acecha y mi gaviota no regresa.


Y quedo colgando en tus palabras, temiendo caer más profundo,
ya nada me separa de la puerta,
tus pupilas hablan fuerte, y detrás, la desnudez,
que llama al caos... arde en mí el aroma de tus versos.

El gato – Gato


Soy el gato de la quimera,
quien todo lo ve, todo lo esconde;
el que aparenta respeto, a mi manera,
todo lo siente, todo lo puede: lo corresponde.
Saboreo hasta lo más íntimo de tu alma,
camino seguro y sé lo que hablo,
dueño del tacto, de la tormenta en calma;
con lo sutil de un ángel y crueldad de un diablo.
Ínfimo como el acento más puro de tus labios,
e infinito, como el oleaje, es mi espíritu,
que ni el cielo y las estrellas o los sabios
son capaces de contener mi ímpetu.

¿Me salvaré de los trágicos finales?,
¿Me detendré a tiempo antes que verlo?
¿Tendré a mi lado a alguien que me hable
cuando mi ego me corroe por dentro?

Cada susurro de tu alma me alimenta,
sin saber si me hacen bien estos antojos,
que mi dulzura y mi valor ahuyenta
y me atormenta cada vez que cierro los ojos.
Me sentaré entonces frente a la quimera esta
(pretendiendo ofrecerle lealtad a raudales)
hasta encontrar una verdadera respuesta
o arrastraré las almas de los demás animales.