Y la barra completamente ajena se llena,
sin
ocuparse de mi o de la ilusión que me hace,
solo
avanza quien sabe por que caprichos internos
variando
de un gris
a
un verde fulgurante de esperanza.
Solo
eso, en un compilado de percentiles
reza
sobre unos cuantos bytes faltantes,
hospitalaria
como una brizna de esperanza
en
la liturgia de la palabra,
ofreciendo
el virtual mana prometido.
No
se que carajo.dll
no
me interesa cual.gpf,
únicamente
asciende cada vez más lento,
ora
por despiadada,
ora
quien sabe por seducirme.
El
peor numero es el 99
seguido
por la agonía del repatching
producido
seguro de la labia de los infiernos,
si
no crashea o buguea
todo
habrá sido en pos de la felicidad.
Ahora,
¿Cuántas barras te ha dejado llenando ella en la vida?
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