sábado, 1 de febrero de 2014

Incondicionales- Gato & Perro

  Gato: ¿Qué hacer con “este”, que clama por nosotros?
El hombre que nos golpea de tincada.
 No tienes más que ver su rostro
Y revelar su corazón en llamas.

  Perro: Es su forma de declamar cariño,
sabes que su familia somos,
¿Acaso tus garras no sacas
 cuando mal te sale todo?

 Gato: Creo que es excusa mala
 o ¿No te duele el pescuezo?
 El tipo en daños no repara
 ya deberían llevarlo preso

Perro: Los daños pasan amigo mío,
pero nuestro amor es incondicional;
podemos, claro, alegarle por sus rabietas,
pero ¿Puedes tú, amarle menos por eso?

Gato: ¿Amarle? ¡amo lamerme las bolas!
de los tiempos sutiles,
comer pellets horas y horas
y rasgar todos sus textiles.

 Perro: ¡Entonces hazle saber todo!
decidle cuanto le odias,
y déjame aquí,
con su cariño distinto.

  Gato: Ten por seguro que lo hago;
he bautizado sus cortinas.
El otro día ha blasfemado
 a la fragancia de mi orina.

  Perro: Pues existes para él,
 no sabes la desdicha de mi mundo anterior,
antes de que él me encontrara;
mi mundo era no ser para nadie.

   Gato: Ay, amigo de mi juventud,
 yo era de los que se comía las heces;
debes saber que, para mí, tú
simplón e inútil, no me pareces

 Perro: Somos desde que el nos acogió,
es cierto, los años lo han hecho tosco y bruto,
pero es él quien nos alimenta cada día,
 es él quien nos cuida cuando enfermamos.

   Gato: Amigo perro, haré una excepción,
 solo por no abandonarlo a la vida;
 aunque pongamos en parangón
 su bondad contra la mía.

 Perro: No es bondad, lo sabes,
es solo pagar su cariño con el nuestro.
Al final, el nos necesita más que nosotros a él,
cuidemos de él y sus rabietas, lo merece.

  Gato: Admito que eres un santo
y tienes parte de mi corazón;
aunque careces de mi encanto
hoy te encuentro la razón.




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