jueves, 13 de febrero de 2014

Travesía - Abeja

   Viajemos.
   Por latinoamérica, las Rocosas y el Ártico. El Índico y los Urales. Por cada rincón de este mundo y el nuestro.
   Bajemos por el ají rojo, desde el desierto a los glaciares. Nademos en los volcanes y revolquémonos en los lagos. En cada orilla pesquemos y de los árboles saquemos nuestro alimento. En los puertos toquemos vals y en las villas rurales cocinemos con tanta especia que el aire se vuelva un sahumerio de aromas y sabores.
   Caminemos hasta La Plata y atravesemos a Camboriú. Rodeemos hacia el Estrecho y corramos hasta el Golfo Azteca. Un poco de magia budú en el Caribe y cazar insectos en la Amazonia. Bebamos jugos de cuanta fruta encontremos y de alcohol y habanos intoxiquémonos. En motocicleta los 50 estados y en trineo el país de la hoja de arce.
   Nademos a Reino Unido y crucemos en ferry el Canal de la Mancha. Con parisinos el vino local y con alemanes la cerveza mundial. Tanto alcohol catalán, marroquí, aragonés, vasco, sevillano, andaluz y valenciano. Escalemos los Apeninos con cajas de pasta y tomates en la espalda; volemos a Escandivania en un macho cabrío siciliano. Días de verano eternos en el polo ártico y el licor ardiente quemando nuestras ansias. Patinemos a la Rusia y dancemos en plena capital. Busquemos el Aleph en pleno tren majestuoso y escribamos tanto libro en plena Siberia.



   Conozcamos la Irem de los Pilares y excavemos hasta ver los hindi. Lleguemos a Vishnú en una carreta tirada por los caballos de Genghis Khan. Desde la Gran Muralla veamos el Sol Naciente y recreemos la Campaña Osaka. En un bote de Bangkok naveguemos hasta el Cabo de Nueva Esperanza y exploremos selvas y desiertos.
   Como el reino de Dios, vaguemos cuarenta años y construyamos una pirámide gigante. Como musulmanes de sangrantes rodillas vayamos al mediterráneo y en Creta matemos un minotauro. E Isla por Isla juguemos con la historia y la mitología.
   Saltemos al ombligo del mundo e investiguemos flora y fauna. Seamos científicos en ese país venenoso y brinquemos como canguros. Tengamos un hijo y llevémoslo en nuestra bolsa marsupial en una balsa polinésica a nuestra casa.
   Y en nuestra cama podremos seguir viajando y basta solo un beso. Iniciemos la exploración corporal y que los aromas de mundos aún por descubrir perfumen la habitación. Miremos nuestros ojos y sumerjámonos en un mar de deseos y pasiones. Tenemos toda una vida y aferrados con las manos surquemos El y Nuestro Universo.
   Es que tomado a tu mano quiero andar a pie por nuestro planeta.
   Es que me basta solo tomar tu mano y así guiarnos por montañas, golfos, mares, desiertos, islas, trenes, viento y danzas.
   Es que me basta solo tomar tu mano para crear todo un Mundo a tu lado.

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