Tu muerte será
mi placer,
tu fluir sanguinolento
hará las flores crecer.
Como rosas de fuego
cual tu pelo, me apasiona el amarte,
Así llegas cada día más
atractiva
tu misma lengua y tu voz
lasciva,
he decidido del todo camino
abandonarte,
a mí no me haces bien y
no deseo mirarte.
¿De dónde has sacado zarpas,
maldito demonio lujurioso?
Tu cariño es injurioso,
quiero amarte y sentirte mujer mía,
pero sabes que eso arruina mi vida,
¿y tú me deseas como yo?
Maldita tu máscara,
maldito polluelo en cáscara,
de ternura y eres vil.
Solo porque deseo humedecer
tus labios,
tu propiedad tener,
acabaré matándote, lo sé,
quizás te mate mi amada,
y yo en pena lloraré,
y yo quedaré en nada.
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